Por Cristina Acosta

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Dice Louis L. Hay en su libro Tú puedes sanar tu vida, que Perdonarnos a nosotrosmismos y a los demás nos libera del pasado. Y es que uno de los puntos que no nos permite avanzar en la vida tiene que ver necesariamente con estar conectados a aquellos acontecimientos que en un momento dado nos dañaron y de los que no podemos liberarnos, por ende seguimos alimentando ese sentimiento negativo que repercute no sólo en nuestro aparato emocional sino en nuestro organismo.

 

PERDONAR Y OLVIDAR.

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¿Podemos perdonar y olvidar? No nos engañemos, esto no siempre es posible. El perdón para que llegue, implica un verdadero trabajo interior que comienza con perdonarnos a nosotros mismos ya sea por acto o por omisión. Cuando alguien nos hiere, tendemos a culpar al otro de la afrenta sin embargo pocas veces nos ponemos a pensar qué fue lo que provocó esta situación. Perdonarnos a nosotros mismos es el primer paso, el segundo es otorgar ese perdón de corazón a quien nos ofendió, este es un acto que implica identificar primero que nada ese sentimiento negativo que se traduce en ira, dolor, temor o culpabilidad para después de elaborarlo dejarlo ir. El verdadero perdón llega cuando recordamos lo acontecido sin ninguna emoción negativa sino como una experiencia que quedó atrás.

 

UN ACTO DE VALOR.

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Perdonar nos convierte en mejores personas, es un regalo de vida que no tiene precio alguno porque es como si nos liberaramos de un saco lleno de piedras que nos tiene atorados en el pasado. Al tomar la decisión de hacerlo, es importante no albergar ninguna expectativa ya que no siempre el otro está dispuesto a perdonar, que esto no nos aleje de nuestro camino de crecimiento porque el cualquier caso el beneficio será para nosotros.